sábado, 14 de junio de 2014

Prólogo

El niño está sentado en el columpio, pero no se balancea. Lleva ahí, sin hacer nada más que mirar al suelo desde que llegaron a esa casa. Sabe que su padre está dentro, hablando con la familia que vive allí, pero él no ha querido estar presente.

Aunque es muy pequeño, apenas ha cumplido seis años, es lo suficientemente mayor para saber que su madre no va a volver. Hace tan solo una semana que se fue, pero la echa muchísimo de menos.

"¿Mami no va a volver?"-había preguntado, mirando sin entender a su padre, que, con los ojos llenos de lágrimas, intentaba darle la noticia de forma suave. 

"No, Nico, pero ahora está en un lugar mejor. Y estoy seguro de que sigue cuidando de ti desde allí." La voz de su padre se había quebrado al terminar de hablar.

"¿Pero por qué se ha ido?"

Había repetido esa pregunta muchas veces, a todos aquellos que quisieron escucharle, pero ninguna respuesta parecía contentarle.

"Mami decía que no me dejaría solo. Que nunca se iba a ir."

Pero lo había hecho.

En el funeral, todo el mundo había vestido de negro. Al pequeño Nicolás eso no le gustó nada. El negro era triste, y su madre había sido alegre.

Se habían sentado en primera fila y su padre había escondido la cabeza entre las manos. Aunque no pudo verlo, Nico sabía que estaba llorando.

"No te preocupes, papá, mami seguirá cuidando de ti aunque se haya ido."

Y su padre le había abrazado y le había dicho que tenía razón y que le quería mucho.

Pero ahora Nico está solo y, la verdad, lo prefiere así. Desde el funeral la gente había sido muy molesta, todo el rato preguntándole como estaba y dándole abrazos y besos. Era muy agobiante.

"Echo de menos los besos de mamá."-piensa Nico.

Y eso que siempre se había quejado de ellos.

"Mamá, no me babes la cara."-solía decir, y su madre se reía.
           
"Mientras seas pequeño, tendrás que aguantarte."

"Yo no soy pequeño."

-Hola.

Nico alza la vista y se encuentra con unos grandes ojos verdes que le miran fijamente. Es la niña que vive en esa casa, Alba. Se sienta en el columpio de al lado, sin dejar de mirarle.

Han jugado juntos alguna vez, pero aún así no son muy amigos, al fin y al cabo, Alba es una chica. Y a Nico las chicas le parecen unas tontas.

-Hola. -responde, desviando la vista.

-Mis papás están hablando con el tuyo.-explica ella, como si Nico no lo supiese.

-Ya.

-Mamá ha dicho que salga a ver cómo estás.

-Estoy bien.

-¿En serio?

No le cree y, al contrario del resto de personas, no intenta disimularlo. Alba es demasiado pequeña, demasiado ingenua para engañar para no hacer daño.

-Si.-responde Nico, empezando a molestarse.

-¿No echas de menos a tu mamá?-se extraña ella, sin entender que el chico miente.

Él la fulmina con la mirada y es entonces cuando Alba se da cuenta de que ha hablado de más y es su turno de desviar la mirada.

-Lo siento.-susurra, con la vista clavada en sus zapatos.

-Estoy bien.-repite el chico.

Permanecen en silencio un rato. Nico no entiende porque la chica no se marcha y se lo pregunta.

-No voy a dejarte solo.-responde, como si fuera obvio, y empieza a balancearse en el columpio.

-Mamá dijo lo mismo.-murmura el niño, sin darse cuenta, y se limpia las lágrimas que empañan de repente sus ojos.

-Ella no quería irse, estoy segura.

-Pero se fue. Y ahora estoy solo.

-Tienes a tu papá.

Nico asiente, eso es cierto pero, de alguna manera no es lo mismo.

-Papá nunca tiene tiempo para jugar conmigo. -explica.- Tiene mucho trabajo.

"Papá te quiere mucho, muchísimo, por eso trabaja tanto, para que puedas tener lo mejor de lo mejor"-le había explicado su madre.

-Pues yo jugaré contigo.-sentencia Alba sonriendo.

-¿En serio?

-Claro.

-¿Por qué?

La chica para de balancearse y le vuelve a mirar. Tiene los ojos muy grandes, a Nico le ponen nervioso. Ella gira la cabeza, pensativa y después sentencia:

-Porque me gustas.


Y así, tras ser la primera chica que se le declara, aunque por aquel entonces no tenía la misma importancia, Alba se levanta del columpio y vuelve a entrar en su casa, dejando atrás a un Nico bastante confuso.

8 comentarios:

  1. Que lindo prologo, me ha gustado mucho.
    Éxito con la historia.
    Saludos

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  2. Hola :D Me gustó mucho el prólogo :3 Me quedo por aquí para seguir con la historia :) Un besin!

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  3. Hola!
    Navegando he llegado a tu blog y me he leído el prólogo de tu historia y me ha gustado. Espero que nos traigas pronto un nuevo capítulo.
    Besos y me quedo por aquí ^^

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Tienes un estilo muy bonito a la hora de escribir. Hace poco cree cábalas un blog en el que escribo relatos sobre pensamientos te dejo el enlace por si le quieres echar un vistazo www.siemprecavilando.blogspot.com
    Que tengas mucha suerte, un beso .

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